Hospital Universitario: 5 Hechos del HU que Cambiarán Cómo Ves Monterrey

Un gigante familiar en el corazón de Monterrey

Para cualquier regiomontano, el Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” es un referente inevitable. Su imponente estructura sobre la avenida Francisco I. Madero no solo simboliza salud y ciencia, sino también un legado de servicio y humanidad.
Detrás de su fachada conocida se ocultan décadas de innovación, luchas institucionales y decisiones que marcaron no solo la historia médica del noreste, sino el desarrollo mismo de Monterrey.

A continuación, descubre cinco hechos sorprendentes que revelan por qué este hospital es mucho más que un centro médico: es un monumento vivo al esfuerzo colectivo.

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1️⃣ Una potencia médica con tecnología única en América Latina

Aunque su vocación principal es atender a la población sin seguridad social, el Hospital Universitario (HU) está entre los más avanzados del continente.
En 2019, Global Health Intelligence lo clasificó como el quinto hospital mejor equipado de México, compitiendo con instituciones privadas.

Su Centro Universitario contra el Cáncer posee equipos de radioterapia de vanguardia como el CyberKnife y la Tomotherapy, únicos en América Latina, que reducen hasta en un 90 % las sesiones de radioterapia.
Además, su Servicio de Hematología es el único en Latinoamérica con certificación FACT, estándar que lo coloca al nivel de los mejores hospitales del mundo.

A esto se suman un Banco de Sangre que realiza más de 10 000 transfusiones anuales y un BioBanco Institucional reconocido por el CONACYT como un pilar nacional. Todo esto demuestra que la excelencia tecnológica también puede florecer en un hospital público.

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2️⃣ El sueño del “hospital-escuela” tardó casi un siglo en cumplirse

La idea de un hospital que también fuera un espacio de enseñanza surgió desde los días del Dr. José Eleuterio González, mejor conocido como Gonzalitos.
Durante décadas, la vinculación entre el hospital y la Escuela de Medicina fue un ideal postergado.

El Dr. Eusebio Guajardo impulsó la propuesta en los años treinta, y el Dr. Ángel Martínez Villarreal la formalizó en 1944. Sin embargo, enfrentaron una fuerte resistencia de la Junta de Beneficencia y de parte del propio personal médico, al punto que los pacientes se negaban a ser atendidos por estudiantes.

La tensión derivó en una huelga universitaria general. Finalmente, el 2 de junio de 1952, el Gobierno del Estado cedió el hospital a la Universidad, naciendo así el Hospital Universitario, símbolo de la unión entre ciencia y docencia.

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3️⃣ Nació en el campo y se convirtió en el corazón de la ciudad

Cuando en 1933 se eligió el terreno para el nuevo hospital, la zona era parte de la Hacienda Los Urdiales, un paraje rural al poniente de Monterrey.
La elección respondió a las ideas higienistas de la época: los hospitales debían construirse en sitios ventilados, alejados del ruido urbano y rodeados de naturaleza.

Paradójicamente, hoy el HU está inmerso en una de las zonas más transitadas de la ciudad. Su presencia, sin embargo, fue clave en el desarrollo urbano de la zona poniente: la nueva colonia Mitras se promovía con orgullo señalando su cercanía al flamante hospital.

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4️⃣ Se terminó de construir gracias a un cheque devuelto de la Segunda Guerra Mundial

Pocos lo saben, pero una parte de la historia del HU está ligada a un gesto insólito del Gobierno Federal.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Nuevo León envió un cheque a la Presidencia para apoyar al esfuerzo nacional. Sin embargo, el dinero fue devuelto con la recomendación de invertirlo en la construcción del hospital.

Ese cheque devuelto se convirtió en una pieza decisiva para concluir la obra, símbolo de que incluso en tiempos de guerra, la salud era considerada una prioridad nacional.

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5️⃣ Abrió sus puertas estando en obra negra… por pura necesidad

En 1938, el antiguo Hospital Civil ya no podía atender a una ciudad en crecimiento.
Ante la urgencia, se tomó la audaz decisión de abrir el nuevo edificio sin terminar, habilitando el sótano y el primer piso mientras las obras continuaban en los niveles superiores.

Los pacientes fueron trasladados y atendidos entre andamios y materiales de construcción.
Así nació la vocación de servicio del HU: una institución que comenzó a funcionar antes incluso de estar concluida, impulsada únicamente por la necesidad de atender a su comunidad.

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Un monumento vivo a la perseverancia

El Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” no es solo un edificio: es un testimonio de visión, ciencia y compromiso social.
En sus pasillos se entrelazan la historia médica, la educación universitaria y la identidad de Monterrey.

La próxima vez que cruces la avenida Gonzalitos, mira el HU con nuevos ojos: verás un siglo de historias condensadas en concreto, acero y humanidad.

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❓ Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Por qué se llama “Dr. José Eleuterio González”?
El hospital lleva el nombre del fundador de la Escuela de Medicina y pionero de la salud pública en Nuevo León, conocido como Gonzalitos, considerado el padre de la medicina regiomontana.

2. ¿El Hospital Universitario pertenece a la UANL?
Sí. Desde 1952, el Hospital Universitario forma parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León, funcionando como hospital-escuela y centro de investigación médica.

3. ¿Se puede recibir atención médica en el HU si no se tiene seguro social?
Sí. Una de sus misiones principales es brindar atención a la población sin cobertura médica, además de servir como centro de formación para futuros profesionales de la salud.

Fuentes:

«Historia (El Proyecto, Avance e Inauguracion, El Hospital – Escuela, El Hospital Universitario)». Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González – Facultad de Medicina UANL, [Página de Historia Institucional]

«Medicina Universitaria». Dr. Jesús Ancer Rodríguez, (Director de la Facultad de Medicina y Hospital Universitario Dr. José E. González), 2001 http://medicinauniversitaria.uanl.mx/1/medicinauniversitaria.htm

«Primera configuración del campus Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Nuevo León (1933-1957)». Susana Julieth Acosta Badillo, Ciencia Nueva, revista de Historia y Política, vol. 7, núm. 2, 31 de diciembre de 2023 https://portal.amelica.org/ameli/journal/619/6194831003/html/