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La Lagartera: escultura de Toledo en Paseo Santa Lucía

La obra que vigila el Paseo Santa Lucía

Cualquiera que haya caminado por el Paseo Santa Lucía de Monterrey conoce la escena. Frente al Museo de Historia Mexicana y frente a la Macroplaza, descansando sobre el espejo de agua como un islote prehistórico, se encuentra la monumental escultura La Lagartera.

Con sus impresionantes 24.5 metros de largo, 10 de ancho y 18 toneladas de peso, esta criatura colosal de cerámica matizada de rojo es una presencia imposible de ignorar. Sin embargo, como advierten programas culturales como los de CONARTE, corre el riesgo de volverse paisaje: vista por miles, pero mirada por pocos.

Resina, arena y fibra de vidrio sobre estructura metálica. Cerámica matizada de rojo. Lago artificial del Paseo de Santa Lucía. Plaza Monterrey 400.

Detrás de esa superficie escamosa se esconden historias de perfeccionismo extremo, mitos ancestrales y una generosidad tan monumental como la obra misma. Aquí conocerás cinco secretos que cambiarán para siempre tu forma de ver esta obra maestra del artista oaxaqueño Francisco Toledo.


1. Pudo no haber existido

La Lagartera monumental estuvo a punto de no existir jamás. La historia, contada por el coleccionista de arte Mauricio Fernández Garza, revela el carácter perfeccionista de Francisco Toledo.

La versión colosal se basa en un modelo original de dos metros de largo, hoy propiedad de Fernández Garza. Pero Toledo quedó tan insatisfecho con los acabados de esa primera versión que estuvo a punto de destruirla.

Solo después de rehacerla y lograr un resultado que cumpliera con sus estándares, aceptó que sirviera como base para la escultura que hoy conocemos. Esta anécdota muestra la integridad de un artista para quien una obra de fama mundial estuvo a un paso de convertirse en polvo.


2. La única escultura monumental de Francisco Toledo

A pesar de haber expuesto en todo el mundo, La Lagartera es la única escultura urbana monumental que Francisco Toledo creó en toda su carrera.

Mauricio Fernández Garza, amigo del artista desde 1978, lo confirma:

“La Lagartera es la única obra de su tipo que Toledo hizo en el mundo, es la única escultura urbana que realizó. Y él dijo que no pensaba hacer otra así.”

Incluso un proyecto anterior llamado El Pájaro Pochote fue descartado por el propio artista. Quizás la enorme exigencia personal que implicó esta obra explique por qué Toledo nunca repitió la hazaña.

Esto convierte a La Lagartera en algo más que arte público: un acontecimiento único e irrepetible en la trayectoria de uno de los grandes creadores de México.


3. El mito oscuro detrás de la obra

Aunque el lagarto en la cultura oaxaqueña está asociado con el agua y la abundancia, Toledo compartió que su inspiración también vino de un mito mucho más oscuro.

El relato cuenta que, tras una gran inundación, un río arrastró lagartos y tortugas hasta una cueva en lo alto de la montaña. Al bajar las aguas, quedaron atrapados. El lagarto sobrevivió alimentándose de las tortugas.

En palabras del propio Toledo:

“El lagarto pudo vivir mucho tiempo porque comenzó a comerse las tortugas. Esperemos que esto atraiga las buenas lluvias.”

Así, el mito deja de ser solo un relato brutal y se transforma en plegaria: una obra que conjuga la dureza de la naturaleza con la esperanza de abundancia.


4. Toledo el filántropo: el destino del pago

La creación de La Lagartera fue respaldada por el entonces gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, quien autorizó un pago de medio millón de pesos al artista.

Pero Toledo, coherente con su vida de compromiso social, donó la totalidad de ese dinero a obras comunitarias y causas culturales.

Su arte no era un fin en sí mismo, sino una herramienta para el cambio social. En La Lagartera no solo queda plasmada la huella de un artista, sino también la de un activista y filántropo.


5. Los animales ocultos en sus escamas

A simple vista, vemos un gran lagarto. Pero al acercarnos, la superficie revela un ecosistema completo en relieve: lagartos pequeños, ranas, cangrejos, tortugas y peces se esconden en sus escamas.

Este detalle refleja la cosmovisión de Toledo, quien incorporaba en su obra animales poco convencionales —sapos, murciélagos, insectos— para recordarnos que el mundo humano y animal forman un mismo universo.

En ese sentido, La Lagartera no es solo la escultura de un animal, sino la representación de la vida misma: interconectada, vibrante y llena de complejidades ocultas.


Un legado vivo en Monterrey

La próxima vez que camines por el Paseo Santa Lucía y te detengas frente a La Lagartera, no verás solo un lagarto de cerámica. Verás:

  • la obsesión de un genio que casi la destruye,
  • el eco de un mito ancestral,
  • la prueba de una generosidad inmensa,
  • y un universo de criaturas ocultas en sus escamas.

Obras como esta son gigantes silenciosos que esperan a que nos detengamos el tiempo suficiente para escucharlos.

👉 ¿Ya has visto La Lagartera en persona? Cuéntanos en los comentarios qué impresión te dejó esta monumental obra de Francisco Toledo.


Preguntas frecuentes sobre La Lagartera

¿Dónde está ubicada La Lagartera en Monterrey?
En el Paseo Santa Lucía, frente al Museo de Historia Mexicana.

¿Quién hizo La Lagartera?
La escultura fue creada por Francisco Toledo, uno de los artistas mexicanos más importantes del siglo XX.

¿Por qué es importante La Lagartera?
Porque es la única escultura urbana monumental que Toledo realizó y está cargada de simbolismo cultural, social y artístico.

fuentes:

• «‘La Lagartera’, una de las grandes obras de Francisco Toledo en Monterrey». Telediario, 6 de septiembre de 2019.

• Campos Garza, Luciano. «‘La Lagartera”: el proyecto que pudo no ser».  https://www.proceso.com.mx/cultura/2019/9/10/la-lagartera-el-proyecto-que-pudo-no-ser-230920.html Proceso, 10 de septiembre de 2019.

• «Francisco Toledo». Las Artes Monterrey, https://lasartesmonterrey.com/regresar-al-origen/francisco-toledo/ consultado el 2 de octubre de 2025.

• «Paseo Santa Lucía». Wikipedia, la enciclopedia libre, consultado el 2 de octubre de 2025.